de prepararse para hacer frente a la vida. Es lo mismo con los que predican el evangelio eterno. Dios no los comisiona para lanzar discursos conmovedores para que el mundo los aclame por su elocuencia. Cristo tampoco dio la orden a sus seguidores de ocuparse en la predicación para crear un nuevo frente en la guerra contra el desempleo. Hay que predicar porque hay personas necesitadas. La atención está sobre el mundo que ignora las verdades transcendentales de Dios. ¿Cómo se le puede ayudar para
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